Las infecciones urinarias se tratan habitualmente con el uso de antibióticos encaminados, generalmente mediante urocultivo, a la erradicación del germen que produce la infección. Dichos antibióticos pueden ser suministrados por vía oral (comprimidos, cápsulas, tabletas o polvo diluible) de acuerdo a cada droga.
En la mayoría de casos el tratamiento de esta entidad debe ser multidisciplinario, el concurso de Ginecólogos y Gastroenterólogos es muy importante en la erradicación del germen productor de la infección.